miércoles, 1 de abril de 2009

EL PODER DE LOS AUSTRIAS




Tanto en el campo, como en la ciudad la vida de los hombres y mujeres medievales era muy dura. Las viviendas y el vestido eran en general pobres y la dieta se hacía a base de cereales y legumbres. Las fiestas tenían una importante función social.

Durante el siglo XVI, el nieto de los reyes católicos, Carlos I, reunió bajo su corona un imperio grande y poderoso. Carlos I recibió una herencia considerable y fue elegido emperador de Alemania. Para gobernar todos los territorios y atender los asuntos del imperio, reorganizó la administración y creó nuevos funcionarios.

Al morir Carlos I el imperio quedó dividido. Su hijo Felipe II heredó todos sus reinos y se estableció en el gran defensor del catolicismo. Durante su reinado, él siempre quiso conquistar multitud de territorios, para lo cual hacía falta recursos materiales y humanos. Como él no los tenía tuvo que pedir ayuda exterior, es decir financiación. Su desastroso gobierno le llevó a la ruina, a una crisis difícil de superar.

En España se sucedieron los reinados de Felipe III, Felipe IV y Carlos II.
Durante el reinado de Felipe III, el imperio español alcanzó su mayor extensión. Sin embargo, después, vivió una crisis económica y de decadencia.
Esta situación tuvo como consecuencia la extensión de la pobreza y la aparición de movimientos de protesta. España perdió territorios Europeos y tuvo como consecuencia que dejó de ser la nación más poderosa de Europa.

Los últimos Austrias delegaron muchas funciones de gobierno en los válidos. Eran personas de confianza del rey que dirigían los asuntos del estado. Tenían mucha influencia y a veces no era beneficiosa para el rey.

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